SÍNODO de La Candelaria en la calle Bahía Blanca y
Avellanedo. Primera semana
16 de marzo, 2017
EL DESIERTO Y LAS TENTACIONES
El desierto, a veces, es encontrar con nosotros mismos en la
soledad e indagar en nuestros propios pensamientos y sentimientos para como
fijarnos en el camino, una especia de timón o brújula.
Está muy bueno encontrar lugares en que sentimos
especialmente unidos a Dios. Mi lugar
preferido es una mesita al costado de Jumbo en la plazoleta en frente de la
Placita de Juan B. Justo y Boyacá, conocido como ¨La Plaza de Pappo¨. Me siento ahí y estoy en paz y es donde más
siento una presencia de espiritualidad.
Es como lo que este´ afuera en lo exterior de mi´ parezca como lo que
este´ en mi interior. No lo puedo
explicar pero es donde más siento plena.
Adoración Santísima es siempre un lugar de mucha intimidad
también. Pero puede ser que encontremos
con nosotros mismos en una caminata, un paseo con mi perrito, una charla con un
vecino, una reunión de Legión de María o una visita con uno de mis hijos. Hasta puede ser un tiempito con mi esposo,
quien no es precisamente creyente, pero casi cómicamente, me eleva a los mundos
trascendentales, por su manera altruista.
A veces los que menos dicen que creen en Dios, son quien más pongan las
cosas de Dios a la práctica.
Me resuena ¨El hombre no vive solo del pan, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios¨. Como una persona que he experimentada muchos
momentos de desierto y lo pase escribiendo toda la vida, es muy importante para mí. Esta comida se eleva más en la música. La música alimenta más todavía. Nos da fuerza y nos une. Las letras, las palabras, se instalan más en
nuestros interiores. ¨Cantar es rezar
dos veces¨. Escribir letras y poesías es
rezar con un eco que retumba en el espacio y en los corazones. La música da mucha fuerza y atrae al Espíritu.
Contemplar las maravillas de Dios y el universo tiene que
volcarse en algo, una acción o experiencia positiva que ocurre con una fuerza
que es más que por nuestros propios medios.
Buenas cosas también puedan ocurrir.
Como me dijo una psiquiatra, ¨Hay que apostar por la sanidad¨.
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